¿EXTRATERRESTRES EN EL ANTIGUO EGIPTO?
Cuando los antiguos escribas faraónicos se referían a acontecimientos extraños, utilizaban los términos con los que disponían para describir las anomalías o la tecnología que observaban. Ello les obligó a emplear palabras como "estrella", “sol” o “refulgente”.
Tablas de Manetón y Papiro de Turín
Según un sacerdote de Heliópolis llamado Manetón, antes de Menes (el primer farón dinástico), hubo dos periodos históricos. El primero fue la era de los Neteru (o dioses), que descendieron a Egipto durante el Primer Tiempo y reinaron durante 13.900 años. Les siguieron una especie de seres semidivinos a quienes como en el Papiro de Turín, se les llama Shemsu Hor ("compañeros de Orus") que dominaron el país durante otros 11.000 años hasta los primeros faraones. Inscripciones en pirámides de la V Dinastía en Shakara se refieren a ellos como "los brillantes" o "los resplandecientes".
Papiro de Leningrado. El cuento del náufrago
La mayoría de los egiptólogos creen que esta estrella fue un meteorito. El escriba acabó decantándose por el término seba (“estrella”), para denominar tal llamada de atención de los dioses.
Papiro Tulli

La Estela de Gebel Barkal
Es una losa descubierta en el gran Templo de Amón, al pie de la montaña de Gebel Barkal, perteneciente a de Tutmosis III de la Dinastía XVIII. Se destacan las campañas del faraón en Asia y la glorificación del dios Amón protector de Tutmosis III: "Escuchad, ¡oh pueblo de la Tierra del Sur!, que estáis viviendo en la Montaña Sagrada llamada "Trono de las Dos Tierras". Conoced el milagro de Amón Ra. Estaban viniendo con el fin de hacer por la noche el cambio de la guardia. Una estrella vino aproximándose desde el sur. El hecho nunca había sucedido. Se colocó sobre ellos y ninguno entre ellos pudo permanecer allí (...). Se giró y entonces ellos cayeron sobre su sangre. Ahora la estrella estaba detrás de ellos iluminando con fuego sus rostros; ningún hombre entre ellos pudo defenderse, ninguno miró alrededor. Atemorizados, habían huido a la montaña. Tal es el milagro que Amón hizo por mí, su amado hijo, con el fin de hacer ver a los habitantes de las tierras extranjeras el poder de Mi Majestad".
Akhenatón y el gran disco
Amenofis IV, conocido como Akhenatón (1379-1362 a.C.) creó una religión basada en la energía que desprendía el disco solar. Para romper con el clero del dios tebano Amón, construyó una nueva capital, Akhetatón ("el horizonte del disco solar"). Si el dios solar Atón era universal, sus rayos cubrían la Tierra, y era el límite de todas las cosas ¿por qué eligió el faraón un lugar alejado de otros centros urbanos y la rutas comerciales? En las estelas situadas en el contorno de la nueva capital, Akhenatón hace referencia a las circunstancias de la fundación de ésta: el dios Atón se apareció a Akhenatón en forma de “gran disco” y se posó sobre el lugar exacto en donde quería que se le construyera la ciudad.
Dado carácter mistérico de las creencias egipcias, los dioses nunca se aparecían a los hombres, excepto a los sacerdotes, y siempre en los interiores del recinto sagrado. El ideograma que significa “horizonte" en egipcio se representa como un disco sobre unas montañas.