PETICIÓN DE PROTECCIÓN DIVINA. SALMO 91. SIMBOLOGÍA


Los salmos (en hebreo Tehilim, "Alabanzas") son un conjunto de cinco libros de poesía religiosa hebrea que forma parte del Tanaj judío y del Antiguo Testamento cristiano.

Salmos, en griego clásico significa el tañido de las cuerdas de un instrumento musical, su equivalente en hebreo de “afinar” significa un poema de forma “afinada” y mesurada. Las dos palabras nos muestran que un salmo era un poema con estructura definida para ser cantado con acompañamiento de instrumentos de cuerda.


SALMO 91. PETICIÓN DE PROTECCIÓN DIVINA ENTRE LOS PELIGROS


Este salmo no tiene título; no se conocen ni su autor y cuando fue compuesto. Tampoco puede asegurarse si el salmista se dirige a un individuo o a la nación. 

Normalmente desembocan en un reconocimiento de que por las propias fuerzas el orante no puede salir de tal situación y que resulta imprescindible la acción de Dios. 

Cada acontecimiento del mundo, según como lo tomemos nos acerca o nos aleja más de Dios, cuando vibramos en negativo nos alejamos de Dios. Asimismo, cuando vibramos en positivo, nos conectamos con Él, con la Fuente Divina, entonces todas las soluciones están a nuestro alcance, nuestra vida empieza a vivir en el Cielo, ya que este no es un lugar, es el estado natural de nuestra conciencia.

El Salmo 91 es una oración muy potente y muy útil para cada creyente. Hay que Explorar los detalles y así encontrar toda la fuente de información que Dios nos dejó a través de los escritos de este salmista.

Es un Salmo para orar en los momentos que flaqueamos, en los momentos donde lo mundano no nos deja sentir que somos Almas experimentando una experiencia humana y no seres humanos espirituales.

Tú que habitas al amparo del Altísimo 
y resides a la sombra del Omnipotente,
dile al Señor: "Mi amparo, mi refugio, mi Dios,
en quien yo pongo mi confianza".
El te librará del lazo del cazador
 y del azote de la desgracia;
te cubrirá con sus plumas 
y hallarás bajo sus alas un refugio.
No temerás los miedos de la noche
 ni la flecha disparada de día,
ni la peste que avanza en las tinieblas,
 ni la plaga que azota a pleno sol.
Aunque caigan mil hombres a tu lado 
y diez mil, a tu derecha,
 tú estarás fuera de peligro: 
su lealtad será tu escudo y armadura. 
Basta que mires con tus ojos 
y verás cómo se le paga al impío.
Pero tú dices: "Mi amparo es el Señor", 
tú has hecho del Altísimo tu asilo.
La desgracia no te alcanzará 
ni la plaga se acercará a tu tienda:
pues a los ángeles les ha ordenado 
que te escolten en todos tus caminos.
En sus manos te habrán de sostener 
para que no tropiece tu pie en alguna piedra;
andarás sobre víboras y leones 
y pisarás cachorros y dragones.
"Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, 
pues mi Nombre conoció.
Si me invoca, yo le responderé, 
y en la angustia estaré junto a él,
lo salvaré,
le rendiré honores. 
Alargaré sus días como lo desea
y haré que pueda ver mi salvación".

Símbolos


El León 

Animal conocido como el rey de la selva. Con su melena atractiva ataca a sus presas con un fuerte rugido, impresionándolas de tal manera que las deja inmóviles del miedo y así les gana en tiempo. Representa para nosotros esos peligros en nuestras vidas que identificamos claramente y nos asustan dejándonos inmóviles y sin fuerza. 

El Áspid (la víbora) 

Algunas traducciones generalizan la víbora, pero la que literalmente usa el Áspid es más clara. Esta es una especie de serpiente muy pequeña y del mismo color de la tierra. Es muy venenosa y su mayor peligro es su camuflaje, por lo que no es fácil de detectar. Representa aquellos peligros que no logramos identificar. Nuestros enemigos se enmascaran en muchas ocasiones para llegar a nosotros y hacernos daño. 

El cachorro del león

Este cachorro es un rey de la selva en potencia. Con el tiempo llegará a ser tan peligroso como su padre. Son aquellos peligros que se están gestando en nuestra contra. Parecen inofensivos, pero más adelante son dañinos. La defensa de nuestro Dios también es preventiva, nos ayudará a destruir a estos enemigos en el momento mismo que se están formando. 

El dragón 

Es un producto de la imaginación. Son ficticios y mitológicos. Pero trastornan las mentes y afectan a la vida de muchas personas. Representan los peligros que enfrentamos en nuestras mentes. Muchos de ellos son mentiras proferidas por un adversario. Aunque no son realidad, destruyen, esclavizan y devoran.