EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LOS TEXTOS BÍBLICOS
Biblia es una palabra de origen griego que significa “libros”.
Frecuentemente nos referimos a la Biblia como si fuese un único libro, pero en
realidad está formado de 73 a 76 libros según las sean las confesiones cristianas. Estos
escritos recogen la historia del pueblo de Israel y cómo Dios se le
muestra como un Dios que le cuida, protege, libera y salva. También recogen la
Revelación de Jesús como enviado del Dios Padre.
La Biblia se divide en dos partes: El Antiguo Testamento (sus libros contienen la experiencia religiosa del pueblo de Israel. Son
libros anteriores al nacimiento de Jesús) y el Nuevo Testamento (compuesto por 27 libros que presentan la
vida y el mensaje de Jesús y las primeras comunidades cristianas).
La Biblia judía (El antiguo Testamento de los cristianos)
cumple un papel muy importante en la vida del pueblo de Israel, ya que es el
punto de referencia de su identidad religiosa y nacional. Pero no se trata de
una simple historia que narra unos hechos; es una historia interpretada desde
la fe y escrita a lo largo de los siglos: la historia de la Revelación de Dios
a la humanidad.
Transmisión y fijación de los relatos
La Biblia no tiene un único autor, sino muchos redactores;
personas que a lo largo de muchos siglos, han querido que se recuerde la
historia de la Revelación de Dios y la respuesta de la fe de los hombres y las
mujeres que la conocieron, hasta llegar a la plena Revelación de Dios en
Jesucristo.
Los relatos de la Biblia se comenzaron a transmitir de forma
oral. Algunas personas que vivían en el Próximo Oriente comenzaron a explicar
su experiencia de Dios. Al principio existían diversas versiones de un mismo
acontecimiento que se recitaban de viva voz, pasando de generación en
generación como un preciado tesoro. Más tarde estas historias se fueron
recopilando por escrito, en una única redacción, que fue completada y
reinterpretada a la luz de acontecimientos posteriores. Las tradiciones orales más antiguas se remontan al segundo
milenio antes de Cristo, mientras que los primeros escritos serían de
principios del primer milenio a. C. El libro más reciente de la Biblia fue
escrito entre finales del siglo I d. C. y principios del siglo II d. C.
Inspiración divina
Para los cristianos Dios es el autor de la Biblia. No es que
Dios dictase el texto, palabra por palabra, a los redactores de los libros,
sino que éstos, inspirados y asistidos por el Espíritu Santo, pusieron por
escrito lo que Dios quería manifestar a la humanidad.