ARMAS ATÓMICAS EN LA ANTIGUA INDIA
Hoy en día la India es una potencia atómica. ¿Significa que en este país perdura un antiguo conocimiento entorno al átomo y su uso militar?
En 1947, unos investigadores iraquíes, gracias a un túnel arqueológico, trazaron el mapa cultural-estratigráfico del Irak meridional. Partiendo del nivel árabe, la sonda traspasó los estratos históricos (Babilonia, Sumeria…) y neolíticos; finalmente, la excavación alcanzó la cultura magdaleniense correspondiente al Paleolítico Superior. En el fondo de estos pisos, los arqueólogos encontraron un suelo vitrificado, que solo se parecía al suelo de Nuevo México tras la detonación de la primera bomba atómica.
El químico y profesor Fréderick Soddy escribió en La Interpretación del Radio (1909): “Existieron civilizaciones atómicas que conocieron la energía del átomo y que fueron destruidas por el mal uso de esa energía.”
Los textos Indios, gaélicos y hebreos podrían confirmar la teoría de Soddy: un conflicto nuclear aniquiló una “elevada” civilización que nos precedió y que habría quedado reflejado por ejemplo en el Mahabharata, que puede considerarse como la Ilíada india. Con sus decenas de miles de versos contiene las enseñanzas religiosas, las historias y las leyendas de los dioses indostanos. Redactado hacia el 1.500 antes a. de C., los lingüistas suponen que el núcleo central data del 7.000 a. de C. En él se hace referencia a extraños artefactos bélicos y las consecuencias de terribles explosiones que podrían entenderse desde la perspectiva de que aquellas sociedades antiguas podrían haber poseído determinados conocimientos tecnológicos y científicos.

“…El sol giró sobre si mismo. Achicharrando por la quemazón
del arma Agneya, el mundo se estremeció febril. Los elefantes abrasados por el
poder de aquel arma, echaron a correr en desvandada (…) Los guerreros enemigos cayeron al suelo (…) Miles de
carruajes nfueron destruidos” (Drona Parva).
Solo la fusión termonuclear produce efectos tan espantosos. Otros
fragmentos describen misteriosos cohetes y aeronaves:
“…Un artefacto de hierro que convirtió en cenizas a todos
los Vrishnis y Andhakas (…) Un imponente aparato que parecía el mensajero de la
muerte" (Mausala Parva).

Las consecuencias de la explosión no pudieron ser más
desastrosas:

"Las grandes colinas, los árboles, los ríos, las ciudades, los hombres del móvil Universo quedaron reducidos a cenizas" (Badha Parva).
Ahora bien, para que se produzca una explosión atómica es
necesario poseer conocimientos tecnológicos y científicos elevados. A mediados
del siglo XX el yogi Paramahansa Yogananda demostró que la
Vaisesika (sistema filosófico budista) se basaba en la teoría atómica; más aún,
el brahmán Aulukya (Siglo VII a. de C.), recopilando documentos antiquísimos,
formuló, sin estudiar los libros búdicos, la misma teoría atomista.
Si recurrir a procedimientos complicados, la ciencia antigua pudo liberar la energía nuclear. Por su parte, el alquimista Fulcanelli declaró que es posible elaborar explosivos atómicos con algunos granos de metal. "Bastan ciertas disposiciones geométricas de materiales extremadamente puros para desencadenar las fuerzas atómicas".
Finalmente ¿por qué muchos esqueletos en la India, por ejemplo los encontrados en los estratos inferiores de las excavaciones en Mohenjo-Daro sobrepasan cincuenta veces el nivel normal de radiactividad?