EL MÁS ALLÁ EN LA PREHISTORIA
Manos pintadas en cuevas
Existen más de veinte cuevas entre España, Francia e Italia, con imágenes de manos pintadas en sus paredes y por lo general en formato negativo. Las cavernas con mayor número de ellas son las de Gargas (Altos Pirineos Franceses), Maltravieso (Cáceres) y del Castillo (Santander), estas últimas en España, aunque en todas las partes del mundo existen representaciones de manos. El simbolismo que encierra la representación de manos en el arte rupestre del Paleolítico, sigue siendo un misterio a pesar de los estudios realizados al respecto.
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Manos de la cueva de El Castillo (España) realizadas con la técnica del aerografiado |
Manos y ritual mágico-religioso
La opinión más generalizada, es la de situarlas en el campo mágico-religioso. En él, la imagen es utilizada para retransmitir la voluntad del hombre cazador o el sacerdote. Las grutas escogidas para para convertirse en Santuarios, debieron ser el escenario adecuado paras la celebración de estos rituales, cuyo alcance y naturaleza apenas conocemos, pero marcan el inicio de los que más tarde se convertirá en Religión. Estas ceremonias mágicas serán el vehículo con el cual el hombre buscará su propia realización. Su mundo mágico es fiel exponente de la eterna lucha entre el hombre y lo desconocido. A través del brujo, se invoca a las divinidades y se exorcisa a los espíritus malignos por el bien de la comunidad.
Tipo de huellas
Estas manos aparecen a veces en forma de huellas en positivo,
logradas posiblemente por medio del contacto de la mano untada de pintura
contra la pared, pero normalmente se encuentran en negativo, al colocar la manos sobre la roca y colorear por encima de ella; al ser retirada
la mano, queda plasmada la forma de la misma. Se han encontrado más representaciones de manos izquierdas
que derechas, pues resultaría más fácil utilizar la mano derecha para
pintar o aplicar la técnica del vaciado de color, soplando a través de una
caña o un hueso hueco.
Finalidad de las manos
Unas mismas manos serían usadas de forma
repetida por los cazadores antes de partir
a cumplir una misión tan importante como la caza, base de su
economía y supervivencia. Durante las ceremonias, el brujo intercedía entre el
hombre y los espíritus, para proporcionarles psíquicamente, el influjo
necesario para dominar al animal. Posiblemente debían colocar su mano sobre la
pintada y así, lograr dominar a la bestia, al sentirse amparado y protegido por
las fuerzas sobrenaturales. No debe extrañar la abundancia de manos en ciertos
lugares de estos santuarios, pues seguramente estarían dedicadas al culto del
más allá, al desconocido y temido mundo de los espíritus, ante los cuales el
hombre estaba indefenso.
En la cueva francesa de Pech-Merle, existe una representación plástica de caballos asociados a unas manos pintadas en negativo. Se trataría de un ritual mágico de encantamiento y posesión a través de la imagen. Estos mismos rituales de “magia simpática” se pueden apreciar en diversas manifestaciones del arte parietal (el que aparece en las paredes de las grutas, cuevas y abrigos rocosos) de aquellos tiempos.
Pinturas de Pech-Merle
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La representación de manos pintadas, está muy difundida en el arte rupestre de Argentina. La mayoría aparecen plasmadas en cuevas y abrigos situados en las provincias de Santa cruz y Chubut.
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Cueva de las Manos de Santa Cruz (Argentina) |
El caso de las imágenes de huellas de tamaño reducido, podrían ser debidas a jóvenes iniciados en los ritos mágicos dedicados a la pubertad, que con estas ceremonias entraban en la categoría de adultos cazadores y ofrecían simbólicamente sus manos, como exvoto (ofrenda a los dioses).
Manos mutiladas y rituales funerarios
En ciertas representaciones de manos se puede observar que
les faltan falanges en alguno de sus dedos. Esto indicaría que debió existir un ritual con sacrificio dedicado a los
difuntos y quizás esta falange amputada fuese enterrada con el muerto y
simbolizar el acompañamiento del ser querido de forma eterna, en su vida de
ultratumba.
Ceremonias con seccionamiento de falanges digitales las encontramos entre las poblaciones más primitivas de nuestro planeta. Según los investigadores, el hombre de aquellos tiempos enterraba con gran cuidado a sus muertos, bajo el suelo de la gruta, acompañándolo de sus útiles personales y alimentos; sobre las piedras que cubren al difunto se enciende un fuego con el fin de proporcionarle el calor que ha desaparecido de su cuerpo, haciendo todo lo posible para prolongarlo, creyéndolos dotados de poderes superiores a los suyos.
Estas mutilaciones en señal de duelo o como sacrificio
propiciatorio, encuentran paralelo por ejemplo, con ciertas tribus de indios norteamericanos
y entre los bosquimanos (desierto
de Kalahari, en Africa del sur). El famoso explorador James Cook cita que observó en
las Islas del Pacífico, concretamente en las Islas Fiji, rituales de mutilaciones: Cuando moría un jefe, se
celebraba un ritual que exigía la amputación de ciertos dedos.
Enterramientos y más allá

Temor a la muerte
En todas las culturas pasadas y presentes, existen gran
variedad de actos religiosos dedicados al mundo de las tinieblas. El temor a la
muerte, ha sido siempre motivo de intranquilidad en el hombre, lo que queda
reflejado en las sepulturas de todas la épocas, en las que se ha acompañado el
cadáver con los más diversos objetos.
Un ejemplo curioso, pero que tiene lógica, es la costumbre
extendida entre los esquimales, de enterrar junto al niño muerto, una cabeza
de perro para que lo guíe y acompañe hacia la tierra de las almas.
El culto al cráneo
Los rituales dedicados al culto del cráneo fueron abundantes
en el hombre de la prehistoria. Parece que la costumbre de que una vez
concluido o estando avanzado el periodo de descomposición del cuerpo, separaban la
cabeza del tronco y escogían algunos otros huesos, que eran limpiados como el
cráneo y se pintaban o recubrían con arcillas, facilitando a los familiares el
conservar junto a ellos parte del esqueleto, pues intentaban apropiarse
mediante su posesión de las virtudes del difunto. Esta primitiva concepción se puede relacionar con lo que pasa en la actualidad, con el culto a las
reliquias y la creencia del contagio de la virtud del que la lleva, así como la función de protección.
La conservación de las cabezas separadas del resto del cuerpo, aún se sigue practicando en muchos pueblos actuales para conseguir
que los espíritus de los antepasados no abandonen a sus descendientes y les inspiren y protejan de las fuerzas desconocidas o del mal.
La creencia de mantener a los muertos cuidados y ofrecerles presentes para invocar su ayuda, como cuando se acude a visitarlos en sus tumbas, crea una nueva creencia religiosa que llega hasta nuestros días.
Pinturas rupestres y chamanismo. Documental
Pinturas rupestres y chamanismo. Documental