COSMOGONÍA CHINA. NATURALEZA, UNIVERSO Y ARMONÍA



La cosmogonía pretende establecer una realidad, ayudando a construir activamente la percepción del universo (espacio) y del origen de dioses, hombres y elementos naturales. A su vez, permite apreciar la necesidad del ser humano de concebir un orden físico y metafísico que permita evitar el caos y la incertidumbre.

El ideal de vida pretende la armonía con la Naturaleza, con el Universo y con el Mundo Invisible donde residen los principios que rigen nuestro plano. Quien ignora esta Ley se opone a la armonía, y le pueden sobrevenir el dolor o la enfermedad.

En la sabiduría china, las energías que cristalizan en los cinco elementos son los que se estructuran la organización de la materia y que se dinamizan e influyen mutuamente a través de la Ley de los Cinco Movimientos.

Todo es energía, y por tanto un juego de armonización entre los diferentes canales por los que fluyen las energías cósmicas que han de penetrar o resonar en la vida. Estas energías producen impactos en los diferentes órganos y energías humanas, incluso en las potencias del alma:


HUN, en relación con el entusiasmo (Madera)
SHEN, en relación con la capacidad de organizar (Fuego)
YI, en relación con la reflexión y memoria (Tierra)
PO, en relación con el análisis y el juicio (Metal)