ROLLOS DEL MAR MUERTO. DESCUBRIMIENTO Y CONTENIDO


Los Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán, son una colección de alrededor de 800 escritos pertenecientes a la congregación judía de los esenios, y encontrados en once grutas en los alrededores del mar Muerto.

DESCUBRIMIENTO



Los primeros siete rollos, de pergamino, aparecen en 1947, encontrados por dos pastores beduinos en una cueva de Qumrán. Lo más importante de este hallazgo es su antigüedad, que permite estudiar importantes fuentes teológicas y organizativas del judaísmo y del cristianismo. La mayoría de los manuscritos datan de entre los años 250 a. C. y 66 d. C., estando entre ellos los textos más antiguos de que se dispone en lengua hebrea del Tanaj o Antiguo Testamento bíblico. Se cree que fueron ocultados por los esenios debido a las revueltas judías contra los romanos en aquellos años.

TEXTOS
  • Los libros del Tanaj, incluido una versión más extensa del Libro I de Samuel, así como los deuterocanónicos (textos y pasajes del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana que no están incluidos en el Tanaj judío hebreo-arameo; pero que sí se incluyen en la Biblia Griega llamada Septuaginta) como el Libro de Sabiduría y el Libro de Tobías.
  • Estudios sobre cada libro de la Escritura, desde un punto de vista esenio.
  • Los manuales, reglamentos y oraciones propias de la comunidad que habitó el sitio, entre los cuales destaca el Documento de Damasco.
  • Un rollo de cobre con cuestiones contables y relativas a la localización de determinados tesoros.
          - Diversos textos religiosos intertestamentarios como:
            • el Libro de Enoc.
            • el Testamento de los Doce Patriarcas (libro apócrifo bíblico, intertestamentario, que narra discursos y recomendaciones de Jacob a sus doce hijos de Jacob, antes de morir)
            • el Libro de los Jubileos, que expone un calendario solar, diferente a los que usaban los fariseos y saduceos en el Templo de Jerusalén y que conducía a un conflicto por las fechas de celebración de las  fiestas de la Ley, pero que concuerda con las normas de la comunidad de Qumrán y es explícitamente citado en el Documento de Damasco.
            Los rollos forman un conjunto articulado de concepciones teológicas, morales, éticas y escatológicas (creencias religiosas referentes a la vida después de la muerte y acerca del final del hombre y del universo). El uso del antiguo calendario hebreo por la comunidad, claramente diferente al oficialmente vigente en el siglo I, distingue a la biblioteca de los textos de otras corrientes judías, como los fariseos.

            Desacuerdo con el judaísmo oficial

            Las concepciones de los miembros de esta comunidad chocan con las de los poderes sociales. En el comentario esenio de Habacuc, rendir culto a las armas e insignias de guerra se considera sinónimo de idolatría. En el Documento de Damasco, insiste en que no se debe tomar venganza y sólo Dios puede vengar y repite como Pablo (Romanos 12:19): “no te harás justicia por tu mano”, una cita del Testamento de los Doce Patriarcas. Contra el derecho de gentes romano y la propia costumbre del Antiguo Testamento, el mismo Documento declara: "ninguno extienda su mano para derramar sangre de alguno de los gentiles (los que no profesan la religión cristiana o judía) por causa de riqueza o ganancia, ni tampoco tome nada de sus bienes".


            Se aclara así la separación entre la visión esenia y el nacionalismo zelota (movimiento político-nacionalista en el Israel del siglo I). Los esenios no veían como alternativa contra Roma a los dirigentes nacionales del judaismo oficial.

            En cuanto a los fariseos se dice que cambian los preceptos de Dios por sus tradiciones (Marcos 7:9-13); permitían declarar cosa sagrada aquello con que se debía auxiliar a los ancianos, para evitar donárselo (Mateo 13:3-6). El Documento de Damasco ordenó a los esenios que nadie declarara sagrado nada de su propiedad.

            Los fariseos eran "celosos de la riqueza" (Lucas 16:14 y Reglamento de la Comunidad de Qumrân XIX:2) y enfatizaban en una observancia ritual del sábado y no en el amor al prójimo (Q).

            Contra la hipocresía y el legalismo característico de una vida de burla a la voluntad de Dios, se propusieron el amor y la misericordia.