DEMONIOS Y RITUAL DE EXORCISMOS
Definición de exorcismo
Se denomina exorcismo la acción realizada contra una fuerza maligna, utilizando un método religioso para expulsar a dicho ente de la persona u objeto que se encuentra poseído por aquella. Estos entes pueden ser demonios, espíritus, brujos, etc. El objeto de la posesión puede ser una persona o animal, objetos e incluso lugares como pueblos o casas (poltergeist). En la posesión el ente toma control de las funciones del poseído, o bien utiliza al poseído para alguna actividad concreta, como los íncubos o súcubos:
Los íncubos: Son demonios masculinos que se posan encima de la víctima durmiente, generalmente mujeres, pero también hay mitos sobre posesión de hombres, para tener relaciones sexuales con quien duerme.
Los súbcubos Son demonios que toman la forma de una mujer atractiva para seducir a los varones, sobre todo a los adolescentes y a los monjes, introduciéndose en sus sueños y fantasías. En general son mujeres de gran sensualidad, y de una extrema belleza incandescente.
El ritual de exorcismo incluye la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión, y el uso de objetos que pueden repeler al ente, como crucifijos, agua bendita, reliquias, entre otros.
Criterios para la correcta averiguación de la posesión diabólica
Una vez descartada una anomalía psíquica, ya sea patológica o paranormal, suelen considerarse signos de posesión diabólica la aversión vehemente hacia:
La Virgen
Los Santos
La cruz
Las imágenes sagradas
Además se tiene que apreciar si las siguientes producciones de la persona investigada, son dones de Dios, o signos de posesión:
Hacer presentes cosas distantes o escondidas
Demostrar más fuerzas de lo normal
Demostrar más fuerzas de lo normal
La práctica del exorcismo se concede en la Iglesia Católica al sacerdote que ejerce el ministerio de exorcista en la diócesis. El exorcismo se realiza según lo estipulado en el Ritual romano de los exorcismos. Actualmente se debe utilizar la versión aprobada por el Papa en 1999.
Ritual Romano de exorcismos promulgado por Juan Pablo II
I. La victoria de Cristo y la potestad de la Iglesia contra los demonios
IV. El rito que debe emplearse