AUGE Y CAÍDA DE LAS CIVILIZACIONES SEGÚN ARNOLD J. TOYNBEE

Arnold Joseph Toynbee (1889-1975) fue un historiador británico. Especialista en filosofía de la historia, estableció una teoría cíclica sobre el desarrollo de las civilizaciones. Según Toynbee, las civilizaciones son el resultado de la respuesta de un grupo humano a los desafíos que sufre, sean naturales o sociales.

Así, una civilización crece y prospera cuando su respuesta a un desafío tiene éxito y además estimula una nueva serie de desafíos; una civilización por su impotencia para enfrentarse a los desafíos que se le presentan. Dio gran importancia a los factores religiosos en la formulación de las respuestas a los desafíos.

Los ciclos históricos de Toynbee no llevan a una concepción cíclica de la historia, sino a una en que la historia marcha "hacia adelante", pero con retrocesos que son purificaciones de aspectos negativos que impiden seguir progresando.

Toynbee negó el determinismo en la evolución de las civilizaciones, negando que éstas deban perecer finalmente (en oposición a historiógrafos como Oswald Spengler) y defendiendo la probabilidad de que la moderna civilización occidental pudiera escapar a la norma general de decadencia de las civilizaciones. 

Su obra más reconocida e influyente es Estudio de la Historia. En ella, en la fase de desintegración de las civilizaciones, aparecen cuatro tipos de salvadores de la sociedad:

El salvador por la espada
El salvador por la máquina del tiempo (el que apela al escapismo temporal para proponer un conjunto de proyectos "futuristas", lejanos en el tiempo y diferentes de la deficiente realidad presente
El filósofo detrás del rey
Y el dios encarnado

Sin embargo, todos estos salvadores están condenados al fracaso en su misión de salvar a la civilización, si bien el dios encarnado puede crear un nuevo tipo superior y trascendente de sociedad, más allá de la civilización, cual es la religión universal, que a veces cristaliza en una iglesia universal.

Dentro de la teoría de la historia de Arnold J. Toynbee, el movimiento de caída y recuperación es el proceso en tres tiempos y medio a través del cual una civilización se desintegra, cuando este proceso no es interrumpido por irrupciones foráneas.

Los ciclos históricos de Toynbee

En las tesis histórico filosóficas de Arnold J. Toynbee cobran decisiva importancia ciertos ciclos históricos, que le otorgan un carácter dialéctico al devenir de la historia universal. Los más importantes son:

Incitación y respuesta
Paternidad y filiación
Retiro y regreso
Cisma y renacimiento o regeneración
Caída y recuperación

Toynbee concibe la historia como un movimiento de progresiva "espiritualización" (eterealización, en la jerga toynbeana), en donde las sucesivas sociedades han ido construyendo una trama social de complejidad y tamaño cada vez mayores. 

En ese sentido, los ciclos históricos de Toynbee no llevan a una concepción cíclica de la historia, sino a que la historia marcha "hacia adelante", pero con retrocesos que son purificaciones de aspectos malos o negativos que impiden seguir progresando. 

Para explicar esto emplea la metáfora de las "ruedas de carreta", que giran monótonamente sobre su propio eje y no van a ninguna parte por sí mismas, pero que sirven a un fin más trascendente que la rueda en sí misma, cual es el impulsar el vehículo completo que apoyan, hacia adelante.

Dentro de la teoría de la historia de Arnold J. Toynbee, el movimiento de caída y recuperación es el proceso en tres tiempos y medio a través del cual una civilización se desintegra, cuando este proceso no es interrumpido por irrupciones foráneas.

Esquema del ciclo de recuperación y recaída

PRIMER TIEMPO:

Primera caída: Colapso de la civilización, generación de los estados parroquiales, e ingreso en el tiempo de angustias.

Primera recuperación: Cese temporal o disminución de las guerras intestinas del tiempo de angustias, y relativa estabilidad política entre los estados parroquiales.

SEGUNDO TIEMPO:

Segunda caída (primera recaída): Paroxismo del tiempo de angustias, por recrudecimiento de las guerras intestinas entre los estados parroquiales.

Segunda recuperación: Aniquilación de los estados parroquiales y fundación del estado universal.

TERCER TIEMPO:

Tercera caída (segunda recaída): Crisis del estado universal.

Tercera recuperación: Restauración del estado universal.

TERCER TIEMPO Y MEDIO:

Caída final: Destrucción última del estado universal, paso a la fase de interregno, instauración de estados sucesores bárbaros, y término de la desintegración de la civilización (no hay recuperación subsiguiente).

Este esquema puede verse afectado por irrupciones externas, ya que una civilización en desintegración es especialmente vulnerable a los invasores procedentes de otras civilizaciones.

Ejemplos históricos

Estos ejemplos históricos son de civilizaciones que siguieron su ritmo de caída y recuperación a lo largo de tres tiempos y medio, sin irrupción de invasores procedentes de civilizaciones extranjeras.

Civilización Helénica

Primera caída. Guerras del Peloponeso. Surgen dos estados parroquiales, Atenas y Esparta, incapaces de conseguir un nuevo orden político internacional, generando de este modo guerras intestinas dentro de la civilización, que se transformarán (en palabras de Tucídides) en el "inicio de los grandes males" de la Hélade.

Primera recuperación. Creación de un statu quo internacional helénico, con varias potencias alrededor del Mar Mediterráneo: Roma, Cartago, Macedonia, Egipto, Época de Arquímedes, la Biblioteca de Alejandría...

Segunda caída. Recrudecimiento de las guerras parroquiales, con el estallido de la Segunda Guerra Púnica (guerra entre Roma y Cartago) .

Segunda recuperación. Eliminación de los estados parroquiales en beneficio de un único estado universal (el Imperio romano), por la obra combinada de Julio César y Octavio Augusto. Época de los Emperadores Antoninos.

Tercera caída. Gran crisis del siglo III, dentro del Imperio romano, después del asesinato del emperador romano Alejandro Severo.

Tercera recuperación. Restauración del Imperio romano bajo la forma de Dominado (despótica última de las dos fases de gobierno en el antiguo Imperio romano entre su establecimiento en 27 a. C. y la fecha formal del colapso del Imperio de Occidente, en 476), con Diocleciano y Constantino. Época de la expansión de la cultura cristiana.

Caída final. Asalto al Imperio romano por hordas bárbaras germánicas, instauración de estados sucesores bajo la forma de Reinos Germanorromanos, creación de una Edad Heroica posthelénica, e interregno final.

Civilización Sínica

Primera caída. Colapso del sistema político impuesto por los Chou (dinastía china que gobernó entre alrededor de 1050 a. C. y 256 a. C.).

Primera recuperación. Cese de las hostilidades entre estados parroquiales por una serie de tratados internacionales. Época de Confucio y Lao Tsé.

Segunda caída. Paroxismo del tiempo de angustias por las guerras de los Tsin contra los restantes estados parroquiales.

Segunda recuperación. Eliminación de los estados parroquiales en beneficio de un único estado universal, el Imperio Han, (anticipado por el Imperio Tsin); sus reyes adoptaron las enseñanzas de los grandes filósofos de la antigüedad, Lao-Tse y Confucio. Época del esplendor de la cultura confucionista.

Tercera caída. Eliminación de la Dinastía Han Anterior y guerras civiles subsiguientes.

Tercera recuperación. Restauración del Imperio Han bajo la forma del Imperio Han Posterior. Época de la recopilación de la cultura sínica clásica.

Caída final. Asalto al Imperio Han Posterior por hordas bárbaras estepáricas de Asia (hiungnu, juanjuan y otros), instauración de estados sucesores (los Tres Reinos), creación de una Edad Heroica postsínica e interregno final.

Procesos de vulgarización y barbarización de las civilizaciones

La Vulgarización y barbarización dentro de las ideas históricas de Arnold J. Toynbee, son procesos que tienden a liquidar espiritualmente a las minorías dominantes.

Pérdida de inspiración

La minoría dominante, esto es, la fracción de una civilización en desintegración que continúa al mando, pierde su moral, como consecuencia del quiebre del legado y tradición espiritual propio de la civilización. Por tanto, parte a buscar su inspiración en fuentes extrañas a la civilización. Cuando ésta fuente es una civilización extranjera, se trata de barbarización, mientras que cuando la inspiración es el propio proletariado interno, es vulgarización. La diferencia es meramente conceptual, porque la vulgarización y barbarización tienen en común el abandono de la tradición de la civilización por parte de sus desmoralizados dirigentes.

Asimilación

En el arte, este proceso se ve en el abandono de las manifestaciones artísticas propias de la civilización en su época de esplendor, para ser reemplazadas por un arte propio de otras civilizaciones, como por ejemplo la introducción del fasto oriental hacia el final del Imperio romano, o la búsqueda de inspiración en el arte africano y la música africana en el mundo occidental.

En las costumbres se ve en la asimilación de aquellas propias del populacho. En el Imperio romano puede verse esto en la figura de Cómodo, quien se "rebajaba" a luchar en la arena como un gladiador, y entre los europeos occidentales, en la adopción de costumbres indígenas americanas como el consumo de tabaco.

En la religión, esto se ve en la asimilación de religiones extranjeras y del bajo pueblo, en desprecio de los antiguos dioses propios de la civilización. En el Imperio romano ello es visible en la adopción del cristianismo de inspiración no helénica, sino siríaca, primero por el bajo pueblo romano, y después por las élites dirigentes, en desprecio de la religión tradicional de los dioses olímpicos. En el mundo moderno, por la infiltración de cultos y credos religiosos de inspiración indostánica o arábiga.

Audio de la obra el Estudio de la Historia. Resumen



Citas de A.J. Toynbee

"A las guerras de religión siguieron, luego de una brevísima tregua, las guerras de los nacionalismos; y en nuestro mundo occidental moderno, el espíritu de los fanatismos religioso y nacional constituye evidentemente una sola y misma pasión (maligna)".

"La civilización es un movimiento y no una condición, un viaje y no un puerto".

"La tecnología es una fuerza moralmente neutral. Es capaz de convertir la superficie del planeta en un matadero, pero también puede convertirla en un vecindario. Suponiendo que hemos decidido estar del lado de los ángeles, ¿cómo hemos de tratar a quienes todavía no han discernido las señales de los tiempos? La única respuesta prometedora es devolver bien por mal, y nunca cansarnos de desempeñar ese difícil papel".

"No me parece que la teoría darviniana de la evolución haya suministrado un relato positivo de una manera alternativa en que el universo pudiera haber llegado a existir".

"Si Dios amaba a la humanidad, sería improbable que no hubiera enviado igualmente otras revelaciones a otros pueblos".

"Una nación permanece fuerte mientras se preocupa de sus problemas reales, y comienza su decadencia cuando puede ocuparse de los detalles accesorios". 

"Retener las propias convicciones no es incompatible con abandonar una actitud tradicional de rivalidad y hostilidad hacia las personas cuyas convicciones difieren de las nuestras".

"El peor castigo para quienes no se interesan en la política, es ser gobernados por quienes si se interesan".

"No se me ocurre ninguna circunstancia en la que la publicidad no sea un mal".