HIPERBÓREA. LA ISLA BLANCA

El mito de Leuca

Contaban los poetas que Tetis había raptado de la hoguera fúnebre el cuerpo de su hijo Aquiles para transportarlo a Leuca (Leuké), la "Isla Blanca". 

Diodoro de Sicilia habla de la Isla Blanca (Leuké) y la identifica con la mítica tierra de Apolo y de los Hiperbóreos (hombres de la Edad de Oro y héroes que han reconquistado el Centro primordial) situada, afirma el escritor, en el Océano enfrente de la patria de los Celtas. Leuké es afín, por significado, al sánscrito çveta dvipa, "Blanca Isla" o "Resplandeciente", sede del dios Vishnu, cuyo signo era la esvástica.

Los Iranios llaman a la sede hiperbórea "semilla originaria de la estirpe aria" (airyanem vaêjô). Strabone, geógrafo griego especificó que esta Isla se hallaba a seis días por mar de la Britania, en las proximidades del "mar congelado", que ha de identificarse sin duda con el Mare Cronide en el cual, según Plutarco y Plinio, yace dormido Cronos . 

La "Isla Blanca" también era conocida con el nombre de Thulé. Hecateo de Abdera (siglo III a.C.) afirma que los Hiperbóreos habitaron la Isla de la Gran Bretaña.


La Isla Blanca había sido la patria de la madre de Apolo, Latona. Apolo había pasados larga temporadas en el país de los Hiperbóreos y allí volvía cada diecinueve años. Zeus lo envió a Delfos (isla griega), para que desde ahí profetizara a los Griegos. Pero Apolo, montado en su carroza, hizo que los cisnes volasen hacia los Hiperbóreos. Los de Delfos invocaron al dios para que volviera. Él, por su parte, después de un año entero de pronunciar oráculos a los habitantes de aquella tierra, cuando creyó oportuno regresar a Delfos, dio orden a los cisnes. Horacio invoca al dios de la Edad de Oro Apolo para que venga del país hiperbóreo. 

Letó/Lató deriva de la raíz leth-/lath- de donde procede el verbo lantháno que expresa el "estar escondido", el estar oculto. Latona viene de la Tierra de los Hiperbóreos. Ltona significaría "la oculta".

Se trata del lugar de la manifestación de Apolo-Sol y es también el lugar donde se revela en el discurso apolíneo. La sabiduría hiperbórea que primero estaba oculta (Latona) se manifiesta luego Delos, y cobra significado como centro espiritual derivado del Centro Primordial, o Isla Blanca, o Tierra Hiperbórea en un momento determinado del ciclo cósmico y de la historia de los hombres.

Hiperbórea como estado de conciencia


Si "Delos" y la "Isla Blanca" no son sólo una región mítica, sino también alegoría de un estado de conciencia por el ingreso en un estado del ser, los mitos del ciclo apolíneo evidencian los requisitos interiores para que tal estado de conciencia (la Isla Blanca) pueda alcanzarse: la superación de la tiranía de los sentidos y el no-condicionamiento de las pasiones ligadas a la tierra, y la victoria sobre la hýbris (impulsos y orgullo), expresada en el mito por los Centauros y por los Gigantes contra los que Apolo lucha.

Según los relatos más antiguos, el principal enemigo de Apolo era una dragona (drakaína) de nombre Delphyne que deriva de delphys, "matriz", "útero"; otro enemigo era Ticio, un gigante fálico que había atentado contra su madre Latona. Delphys, tras la victoria de Apolo sobre el dragón-hembra, en la versión más antigua del mito, se convierte en el nombre del templo más ilustre del dios, cuyo significado es otra vez "útero". Pero esta vez en un sentido de renacimiento.

Confluencia con otros mitos


El mito griego coincide con el celta y con las sagas griálicas o artúricas en las principales virtudes que debe distinguir a quien se dispone a emprender la Búsqueda de la Isla Blanca: la superación del yo y liberación de las potencias terrenas.

Opis es el nombre de una de las sacerdotisas hiperbóreas, posiblemente la misma Artemisa, y las mujeres de Delos (tierra natal de Apolo) le ofrecían a Opis la cabellera al momento de las bodas. Opis es en Platón epíteto de Artemisa y en Herodoto, el nombre de una virgen hiperbórea .

Un hiperbóreo, Olen, había fundado, según la tradición, el templo de Apolo en Delfos. Cuando los Gálatas se acercaron con intenciones hostiles al santuario del dios se aterrorizaron por la aparición de fantasmas hiperbóreos.