CREACIÓN Y EVOLUCIÓN. DISEÑO INTELIGENTE


La teoría del diseño inteligente consiste en que el origen y evolución del Universo, la vida y el hombre, son el resultado de acciones racionales emprendidas de forma deliberada por uno o más agentes inteligentes

El movimiento del diseño inteligente apareció y se desarrolló en Estados Unidos en torno a 1987, a través de una versión moderna del 
argumento teleológico para la existencia de Dios; es decir, la existencia de Dios se basa en la premisa de que existiría una evidencia percibida, de un mundo y un universo "diseñado". Se basa en aquellos aspectos del mundo que al ser complejos, parecen haber estado diseñados; y que en consecuencia, parecen obedecer un objetivo o una finalidad propios de un ser inteligente.

Este movimiento rechaza las posturas representadas por la Evolución teísta y el Creacionismo evolutivo; aunque creen en la existencia de un creador y un propósito, sí aceptan que los seres vivos se han diferenciado a través de un proceso de evolución natural sin la intervención directa de Dios; se considera a Dios el creador de las leyes de la naturaleza, pero "sin actuar directamente" en el desarrollo de los procesos que actúan en ella, y que son descritos por las ciencias naturales.

Los promotores del diseño inteligente consideran falso el naturalismo filosófico (considera a la naturaleza como el principio único de todo aquello que es real; no hay nada más que naturaleza, fuerzas y causas del tipo de las estudiadas por las ciencias naturales; estas existen para poder comprender nuestro entorno físico)

El Papa Benedicto XVI, quien aunque no ha dado su respaldo al movimiento del diseño inteligente, ha manifestado que considerar "al hombre y su razón" un producto casual de la evolución es irracional. La postura de la Iglesia Católica es que la Creación y la Evolución no se excluyen ni se contraponen, aunque dejando claro que "la evolución no responde a todas las preguntas del hombre"; en relación a las preguntas metafísicas.

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