MITO SEMÍTICO DE ENOC Y LOS ÁNGELES CAIDOS


La explicación del mito de los gigantes «hijos de El», para los teólogos, puede estar en la llegada a Canaán de pastores hebreos, altos y bárbaros, aproximadamente en el 1900 a. C. y en su contacto, mediante el matrimonio, con la civilización asiática. Los "hijos de El" se referiría a los propietarios de ganado que veneraban al dios-toro semita El. "Hijas de Adán" querría decir ‘mujeres de la tierra’ (en hebreo adama), esto es, las agricultoras cananeas adoradoras de la "Diosa", famosas por sus orgías y su prostitución premarital.

Si es así, este acontecimiento histórico se ha mezclado con el mito ugarítico (Urarit, antigua ciudad portuaria al norte de Siria) según el cual el dios El sedujo a dos mujeres mortales y engendró dos hijos divinos con ellas, a saber Shahar (‘Aurora’) y Shalem (‘Perfecto’). Shahar aparece como divinidad alada en el Salmo 139,9; y su hijo (según Isaías 14:12) era el ángel caído Helel (Lucifer).

Las uniones entre dioses y mortales (que generalmente en la mitología provienen de las uniones de reyes o reinas con plebeyos), ocurren con frecuencia en los mitos del Mediterráneo y el Cercano Oriente. Como el judaísmo posterior rechazó todas las deidades menos su propio Dios trascendental, y como éste nunca se casó ni asoció con mujer alguna, interpretaban "hijos de El" en el sentido ugarítico.

Esta interpretación desapareció cuando los Bene Elohím fueron interpretados como ‘hijos de los jueces’.

Ángeles acusadores



Los Caídos tenían unos apetitos tan grandes que Yahvéh Elohím hizo llover sobre ellos maná (alimento enviado por Dios todos los días durante la estancia del pueblo de Israel en el desierto). Pero los Caídos rechazaron el maná de Yahvéh Elohím, mataron animales para comerlos y hasta probaron carne humana, contaminando así el aire con vapores nauseabundos. Con las mujeres, las bestias del campo y el agua, procrearon hijos monstruosos y titanes. Fue entonces cuando Yahvéh Elohím empezó a ejecutar la destrucción de Su mundo por medio del Diluvio.

El ángel Metatrón

Más tarde, el mito hebreo convierte a Henoc en el ángel ayudante y consejero de Jehová Elohím y también en patrono de todos los niños que estudian la Torá. Según el Sefer Hejalot (midrás sobre los secretos del Cielo, estrechamente relacionado con el Libro de Henoc):

El sabio y virtuoso Enoc ascendió al Cielo, donde se convirtió en el principal consejero de Yahvéh Elohím y desde entonces fue llamado Metatron. Yahvéh Elohím puso su propia corona sobre la cabeza de Enoc y le dio setenta y dos alas y numerosos ojos. La carne de Enoc se transformó en llama, los tendones en fuego, los huesos en ascuas, los ojos en antorchas, el cabello en rayos de luz, y lo envolvió la tormenta, el torbellino, el trueno y el rayo.

Según el Génesis 5.22-24, Enoc era un hombre justo, "caminó con Yahvéh", vivió 365 años, y desapareció, porque Yahvéh se lo llevó sin que muriera.

El escritor midrásico judío Bar-Hebraeus escribió: Enoc fue el primero que inventó los libros y las diversas formas de escritura. Los antiguos griegos declaran que Enoc es equivalente a Hermes Trimegisto, y enseñó a los hijos de los hombres el arte de construir ciudades, y promulgó algunas leyes admirables.

Descubrió el conocimiento del zodiaco, y el curso de los planetas; y enseñó a los hijos de los hombres que debían adorar a los Elohim, que debían ayunar, que debían rezar, que debían dar limosnas y ofrendas. Reprobó los alimentos abominables y la ebriedad, e instituyó festivales para sacrificios al Sol, en cada uno de los signos zodiacales.

En el Corán, el profeta Enoc es conocido como Idris, y se le describe: ¡Verdaderamente! Es un hombre de verdad y un profeta. Le elevamos a un alto puesto.

Se dice que el rey Salomón adquirió gran parte de su sabiduría en el Libro de Raziel, colección de secretos astrológicos tallados en zafiro, que guardaba el ángel Raziel.

El libro de Raziel "está anotado todo el conocimiento celestial y terrestre" y es considerado un libro de hechos. Raziel estaba cerca del trono de Dios y por lo tanto oía todo lo que allí se decía y discutía. Se dice que Raziel puede estar o ser cualquier persona que se sienta capaz de tener conocimiento y sabiduría.

Cuando Adán y Eva probaron la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal y fueron expulsados por el Creador del Jardín del EdénRaziel, deliberadamente, les dio su libro para que los dos pudieran encontrar el camino a su hogar y comprender mejor a Dios. Se dice que los ángeles subordinados de Raziel se indignaron por esta actitud de su jefe (contra las órdenes directas de Dios), por lo que se lo robaron y lo arrojaron al océano. Rahab (el demonio primordial de las profundidades) les devolvió el libro a Adán y Eva. 

De ellos pasó a su hijo Enoc, quien más tarde se convertiría en el ángel Metatrón, cuando Dios se lo lleva consigo a la edad de trescientos sesenta y cinco años. Él mismo agregó textos al libro original y se lo entregó al arcángel Rafael, quien lo devolvió a la Tierra, a Noé (que de él se instruyó para poder hacer el arca, luego de que Dios le explicara cómo hacerla). Después pasó a Salomón (tercer y último rey del Israel unificado), quien obtuvo así sus extraños conocimientos.

La tierra desolada grita hasta las puertas del cielo por la destrucción de sus hijos». 
Dios los envía entonces para encadenar los Vigilantes y a destruir a los gigantes
 "pues han oprimido a los humanos".

Los ángeles caídos rogaron a Enoc que intercediese por ellos ante Dios.

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