JEHOVÁ (YAHVEH). MANIFESTACIÓN Y REVELACIÓN
En la Biblia leemos:
¿Quién recogió el viento en sus puños? ¿Quién envolvió las aguas con un manto?¿Quién afirmó los confines de la Tierra? ¿Cual es su nombre y cual el de su hijo?
Proverbios 30:4
Yahveh en hebreo (sin vocales):
YHWH
Es el nombre propio utilizado en el Antiguo Testamento para designar a la deidad suprema de las religiones judeocristianas. En su forma hebrea (sin que se sepa su pronunciación exacta) es la frase que utiliza Dios para referirse a sí mismo, siendo su significado una descripción de su propia naturaleza.
Al estar formado por cuatro consonantes hebreas (Y (iod), H (hei), V (vav) y H (hei), se denomina también tetragrámaton (palabra compuesta de cuatro letras).
En su mayor parte, el nombre divino se ha conservado en su forma original en los antiguos manuscritos hebreos, por ejemplo el Códice de Leningrado (texto conservado en Rusia), utilizado para la Biblia (edición de la Biblia en idioma hebreo publicada por la sociedad bíblica alemana). Edición muy difundida al ser considerada tanto por judíos como por cristianos como una edición fiable de los escritos sagrados hebreos y arameos (Tanaj, en la terminología judía, el Antiguo Testamento en la terminología cristiana). El Tetragrámaton aparece 6.828 veces y está marcado con puntos equivalentes a vocales de modo que lea Yehwáh, Yehwíh y varias veces Yehowáh.
El término Yhawh es
una forma del verbo hebreo hayah se trataría de una combinación
de las formas de pasado, presente y futuro de la raíz del verbo ser. No designa una mera existencia sino una presencia viva y activa, y que, por
lo tanto, la frase significa:
"yo llegaré a
ser lo que yo quiera" o "Yo seré lo que necesite ser" (“tranformarse
en”)
Esto contrasta con lo
que se dice en otro pasaje bíblico de Éxodo:
He aquí que llego yo a los hijos
de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si
ellos me preguntaran: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?
Esta revelación se produjo en torno al siglo XIV a. C. en el Monte Horeb. Allí Moisés conoció al Dios de Abraham:
Éxodo 31: Y habló Jehová á Moisés, diciendo:
2 Mira, yo
he llamado por su nombre á Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de
Judá; 3 Y lo he
henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y
en todo artificio, 4 Para
inventar diseños, para trabajar en oro, y en plata, y en metal (…) 18. Y dió á Moisés, como acabó de hablar con él en el monte
de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de
Dios.
Éxodo 3:15: Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.
Génesis 15:7: Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de
los caldeos, para darte a heredar esta tierra.
Los antecedentes de esta entidad divina se sitúan a comienzos del 3.000 a. C. en el sur de Mesopotamia, donde se desarrolló la cultura sumeria.