UNIVERSO ANTRÓPICO



Antrópico (de anthropos, hombre en griego), es un principio que se suele enunciar como sigue:

El mundo es necesariamente como es porque hay seres humanos que se preguntan por qué es así. En cosmología el principio antrópico establece que cualquier teoría válida sobre el universo tiene que estar relacionada con la existencia del ser humano. En otras palabras: "Si en el Universo se deben verificar ciertas condiciones para nuestra existencia, dichas condiciones se verifican ya que nosotros existimos".

Stephen W. Hawking, en su libro Historia del tiempo, habla del principio antrópico :

"vemos el Universo en la forma que es porque nosotros existimos". Expone que hay dos versiones del principio antrópico: la débil y la fuerte. Sobre el tema de la formación del universo, dice que si no fuese como es (o que si no hubiese evolucionado como evolucionó) nosotros no existiríamos.

El Principio antrópico cosmológico también es el título del libro de John D. Barrow y Frank J. Tipler publicado en 1986 en el que se expone la versión más fuerte del principio antrópico la cual implicaría la aparición forzosa de vida inteligente como consecuencia cosmológica de la evolución del Universo.

El principio antrópico implica que cualquier teoría sobre la naturaleza del universo debe permitir nuestra existencia como seres humanos y entes biológicos basados en el carbono en este momento y lugar concretos del universo.

Origen

El primer uso del término principio antrópico se atribuye al físico teórico Brandon Carter quien en 1973, argumentando que la humanidad tiene un lugar especial en el Universo. Así, en su charla sobre "las innumerables coincidencias y el principio antrópico en la cosmología" Carter declara que "Aunque nuestra posición no es necesariamente céntrica, es inevitablemente privilegiada en cierto sentido."

Pero el término ya había sido utilizada antes de aquel año en varias ocasiones. En 1957 R.H. Dicke escribió: "La edad 'actual' del Universo no es casual sino que está condicionada por diversos factores biológicos (los cambios en los valores de las constantes fundamentales de la Física) deberían concluir con la existencia de un humano que considera el problema.".

En autores anteriores, ya se pueden encontrar formulaciones equivalentes del principio en textos como "El lugar del hombre en el Universo" de Alfred Russel Wallace, publicado en 1903 donde dice : "Un Universo tan vasto y complejo como en el que sabemos que nos rodea puede que sea absolutamente necesario... para producir un mundo tan adaptado al desarrollo de una vida que habría de culminar en la aparición del ser humano."

Los proponentes del principio antrópico sugieren que vivimos en un universo cuidadosamente ajustado, es decir, un universo que parece haber sido adaptado para permitir la existencia de la vida que conocemos. Si cualquiera de las constantes físicas básicas hubiese sido diferente, entonces la vida tal como la conocemos no habría sido posible. En este sentido, se han escrito diversos artículos que indican que este principio podría explicar la necesidad de diversas constantes físicas tales como la constante de estructura fina (es la constante física fundamental que caracteriza la fuerza de la interacción electromagnética. Es una cantidad sin dimensiones, por lo que su valor numérico es independiente del sistema de unidades usado), el número de dimensiones del Universo y la constante cosmológica (En relatividad general fue propuesta por Einstein como una modificación de su ecuación original del campo gravitatorio para conseguir una solución de universo estático.Sin embargo, el descubrimiento de la aceleración cósmica en los 90 ha renovado el interés en la constante cosmológica).

Existen tres versiones principales del principio antrópico que fueron categorizadas en 1986 por los físicos Barrow y Tipler como sigue:

El principio antrópico débil (WAP) indica que "los valores observados de todas las cantidades físicas y cosmológicas no son igualmente probables, sino que están restringidos por el hecho de que existen lugares del Universo donde se ha podido desarrollar la vida basada en el carbono y el hecho de que el Universo sea suficientemente antiguo como para que esto haya ocurrido." La versión débil del principio asume que no es posible que se den otras formas de vida (por lo que ha sido tildado por algunos de chovinismo del carbono).

El principio antrópico fuerte (SAP) indica que "el Universo debe tener unas propiedades que permitan a la vida desarrollarse en algún estadio de su historia."

El principio antrópico final (FAP) indica que "un modo de procesamiento inteligente de la información debe llegar a existir en el Universo y, una vez que aparece, nunca desaparecerá".

Algunos de los filósofos de la ciencia que apoyan las afirmaciones del principio antrópico invitan a la conjetura del diseño inteligente. Pero, también hay quienes sugieren la existencia de universos alternativos e invocan al principio antrópico : suponiendo que algunos universos de entre todos los posibles fuesen capaces de albergar vida inteligente, algunos de los universos concretos deben haber hecho realidad esta capacidad, y el nuestro es claramente uno de ellos.

El principio antrópico cosmológico

En libro El principio antrópico cosmológico escrito por John D. Barrow el cosmólogo londinense, pretendía explicar la increíble serie de coincidencias que permiten nuestra presencia en un Universo que parece haber sido perfectamente preparado para garantizar nuestra existencia. Todo lo que existe, desde las constantes energéticas concretas del electrón hasta el preciso nivel de la fuerza nuclear fuerte parece haber sido precisamente ajustado para nuestra existencia y la existencia de otros seres vivos. La existencia de la vida basada en el carbono en este Universo es compatible con diversas variables independientes; y si alguna de estas variables independientes tuviera un valor ligeramente diferente, la vida basada en el carbono no podría existir. Así, el principio antrópico implica que en cualquier caso, que todas las variables tengan el valor correcto.

En publicaciones más recientes (2004) utilizando la función de onda básica del Universo como base para sus ecuaciones, Hawking ha concluido que el Universo puede llegar a existir sin que exista relación alguna con nada anterior a él, es decir que podría surgir de la nada. En cualquier caso, el propio Hawking se había preguntado cuestiones que parecen apuntar a preguntas básicas del principio antrópico: "¿Qué es lo que insufla el fuego en las ecuaciones y hace que describan un Universo?... ¿Porqué se molesta el Universo en existir?" (Hawking, 1988).

Razonamiento antrópico

En 2002, Nick Bostrom asume que los sistemas automuestrales son aquellos en los que "puedes pensar que tú mismo eres un observador aleatorio de una clase de referencia adecuada." Esto se expande en un modelo de razonamiento antrópico bajo la incertidumbre introducida por el hecho de no saber cuál es nuestro lugar en el Universo, o incluso quienes somos. Esta puede también ser una forma de superar los diversos límites en la percepción inherentes a los humanos que hacen las observaciones y comparten los modelos del Universo utilizando las matemáticas.