REGLA DE ORO DE CONDUCTA HUMANA EN LAS RELIGIONES


La sensibilidad religiosa es una constante universal en todas las sociedades y se manifiesta en expresiones, que si bien divergen en su forma externa, en función de la evolución cultural de la comunidad, determinando ritos particulares para cada civilización, guardan no obstante un contenido esencial y trascendente que subyace sin modificaciones en todas ellas. Los hombres pueden discrepar en cómo y porqué ruegan a su Dios pero podemos encontrar una ética común que subyace en todas las creencias.

Puede citarse una regla de oro en cuanto a la conducta respecto al prójimo:

En el Brahamanismo: "Ésta es la suma de toda obligación: no hagáis nada a los demás que os pudiera causar pena si os lo hicieran a vosotros" (Mahabharata).

En el Zoroastrismo: "Sólo es buena aquella naturaleza que se abstiene de hacer a otros lo que no sea bueno para ella" (Dadistan-i-dink)

En el Judaismo: "Lo que es odioso para para vosotros, no lo hagáis para vuestros semejantes" (Talmud, Shabbat, 31a).

En el Cristianismo: "Todas la cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos"(Mateo, 7, 12).

En el Islam: "Ninguno de vosotros es un creyente hasta que no desee para su hermano aquello que desea para sí. (Sunnah).