LAS SIETE REGLAS DE PARACELSO PARA LA VIDA

El orden cósmico era lo que le interesaba a Paracelso y lo halló en la tradición astrológica. La doctrina del Astrum in corpore es su idea más querida. Con su concepción del hombre como microcosmos, puso el firmamento en el cuerpo del hombre y lo designó como Astrum o Sydus (en español, astro o constelación).
Fue para él un cielo endosomático (elemento que utiliza un animal que es parte de su propio cuerpo) y cuya trayectoria estelar no coincide con el cielo astronómico, sino con la constelación individual que comienza con el "Ascendente" u horóscopo.
Las 7 reglas de Paracelso para la vida:
1º Lo primero es mejorar la salud
Para ello hay que respirar con la
mayor frecuencia posible, honda y rítmica, llenando bien los
pulmones, al aire libre o asomado a una ventana. Beber diariamente
en pequeños sorbos, dos litros de agua, comer muchas frutas,
masticar los alimentos del modo más perfecto posible, evitar el
alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que estuvieras por alguna
causa grave sometido a un tratamiento. Bañarte diariamente, es un
habito que debes a tu propia dignidad.
2º Desterrar absolutamente de tu ánimo, por más motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza
2º Desterrar absolutamente de tu ánimo, por más motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza
Huir como de la peste de toda ocasión de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores por natural bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que forman la base de sus discursos u ocupaciones. La observancia de esta regla es de importancia decisiva: se trata de cambiar la espiritual contextura de tu alma. Es el único medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos y pensamientos. El azar no existe.
3º Haz todo el bien posible
Auxilia a todo desgraciado siempre
que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna persona.
Debes cuidar tus propias energías y huir de todo
sentimentalismo.
4º Hay que olvidar toda ofensa, mas aún: esfuérzate por pensar bien del mayor enemigo
4º Hay que olvidar toda ofensa, mas aún: esfuérzate por pensar bien del mayor enemigo
Tu alma es un templo que no debe ser jamás
profanado por el odio. Todos los grandes seres se han dejado guiar por
esa suave voz interior, pero no te hablara así de pronto, tienes que
prepararte por un tiempo; destruir las superpuestas capas de viejos
hábitos, pensamientos y errores que pesan sobre tu espíritu, que es
divino y perfecto en si, pero impotente por lo imperfecto del vehículo
que le ofreces hoy para manifestarse, la carne flaca.
5º Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada
5º Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada
Esto fortifica
enérgicamente el cerebro y el Espíritu y te pondrá en contacto con
las buenas influencias. En este estado de recogimiento y silencio,
suelen ocurrírsenos a veces luminosas ideas, susceptibles de
cambiar toda una existencia. Con el tiempo todos los problemas que
se presentan serán resueltos victoriosamente por una voz interior
que te guiara en tales instantes de silencio, a solas con tu
conciencia. Ese es el daimon de que habla Sócrates.
6º Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales
6º Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales
Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de
referir a los demás, aun de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas,
sepas, aprendas, sospeches o descubras. por un largo tiempo al menos
debes ser como casa tapiada o jardín sellado. Es regla de suma
importancia.
7º Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el día de mañana
7º Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el día de mañana
Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien.
Jamás te creas solo ni débil, porque hay detrás de ti ejércitos poderosos, que no concibes ni en sueños.
Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte.
El único enemigo a quien debes temer es a ti mismo.
El miedo y desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas influencias y con ellas el desastre.
Jamás te creas solo ni débil, porque hay detrás de ti ejércitos poderosos, que no concibes ni en sueños.
Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte.
El único enemigo a quien debes temer es a ti mismo.
El miedo y desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas influencias y con ellas el desastre.