Las primeras menciones de Isis datan de la dinastía V de Egipto (2500-2350 a. C. En Isis encontramos a una divinidad femenina, una de las más importantes de Egipto, y su culto llegó a su mayor apogeo en el Imperio Nuevo (1550-1070 a.C.), extendiéndose por el país del Nilo, Oriente, Grecia y Roma.
Fue denominada "Gran maga", "Gran diosa madre", "Reina de los dioses", "Fuerza fecundadora de la naturaleza", "Diosa de la maternidad y del nacimiento".
En la religión faraónica, Isis, en un principio, no fue más que la divinidad de Bouto, ciudad del delta del Nilo, y se consideraba que ella sola, sin el concurso masculino, había engendrado a Horus.
Según la mitología egipcia, Isis era hija de Seb, dios de la tierra, y de Nut, diosa del firmamento. Era también la esposa y hermana de Osiris, convirtiéndose después en la madre de Horus, el dios solar que los griegos identificaron con Apolo. Fue venerada como la esposa y la madre arquetípica.
Osiris, hermano y esposo de Isis, reinaba en el Antiguo Egipto con paz, armonía y sabiduría. El Nilo fertilizaba la tierra y las cosechas eran abundantes. Sus súbditos eran felices.
Un día, Osiris salió de viaje para conocer otras civilizaciones y dejó el reino bajo el mando de su esposa Isis. Seth, su envidioso hermano, se sintió humillado pues creía que él debería gobernar y no Isis. Finalmente, le asesinó.
Tanto Isis como su compañero Osiris están considerados como dioses “buenos” y de claro carácter terrenal, ya que Osiris mostraba a los hombres las plantas que eran comestibles, mientras que Isis enseñaba a las mujeres los métodos para moler el trigo y les mostraba cómo hilar el lino y tejer telas. Era diestra en el arte de curar y trasmitió ese conocimiento a su pueblo.
Existe una leyenda por la cual se asocia a Isis con los ríos y las aguas; cuando ella recuerda la terrible muerte de Osiris a manos de Set, llora de tal manera que los ríos crecen e inundan los campos, regando de esta forma la vida.
Otras simbologías
Otras simbologías
Pero además, Isis era la reina de la bóveda celeste y preside las revoluciones de los astros, que determinan la sucesión de los días y las noches y el orden de las estaciones, por lo que era muy frecuente representar estrellas al lado de su imagen o encima de su cabeza. En particular, había una estrella consagrada a Isis en Egipto, la de Sothis, que los griegos identificaban con Sirio. Los egipcios imaginaban a Isis, la señora del cielo, en forma de vaca; el firmamento sembrado de estrellas constituía su vientre.
Su nombre egipcio era Ast, que significa trono, por ello a Isis siempre se la representaba con un trono sobre la cabeza o amamantando a su hijo Horus.
Hay quienes afirman que las vírgenes negras del románico parecen ser el último eco de esta representación egipcia. Incluso la religión cristiana llegó a rendir culto a la diosa Isis, hasta que el emperador Justiniano cerró las puertas de su santuario convirtiéndolo en una iglesia de carácter cristiano. También se le veneraba en el islamismo y concretamente en el sufismo como Diosa Madre. Recordemos que el islam es una religión lunar y por tanto ligada a lo femenino a diferencia del cristianismo, el judaísmo y otras que son de carácter solar.
Hay quienes afirman que las vírgenes negras del románico parecen ser el último eco de esta representación egipcia. Incluso la religión cristiana llegó a rendir culto a la diosa Isis, hasta que el emperador Justiniano cerró las puertas de su santuario convirtiéndolo en una iglesia de carácter cristiano. También se le veneraba en el islamismo y concretamente en el sufismo como Diosa Madre. Recordemos que el islam es una religión lunar y por tanto ligada a lo femenino a diferencia del cristianismo, el judaísmo y otras que son de carácter solar.