LAS PREGUNTAS EN EL EXAMEN DEL JUICIO FINAL


Juicio Final, Juicio Universal o Día del Juicio son expresiones que definen una visión religiosa del fin del mundo o fin de los tiempos: la que concibe éste como un juicio que decidirá el destino final de cada uno para toda la eternidad. Según la escatología cristiana, en el día del Juicio Final, tras la segunda venida de Jesucristo y la resurrección de la carne, toda la humanidad será juzgada según sus obras.

El Papa Francisco ha declarado en una audiencia que además de la nueva Ley, Jesús "nos reveló las preguntas del examen en que seremos juzgados. Las encontraréis en el capítulo 25 del Evangelio de Mateo". Asimismo, El Papa comentó que "son cosas sencillas, pero concretas". Vivirlas "llena nuestro corazón de alegría y nos convierte en testigos creíbles del amor de Dios ante las personas que nos encontramos cada día". Esto es lo que dice la Biblia al respecto:

Mateo 25 : 31- 46

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

Entonces los justos le responderán diciendo:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, 
o sediento, y te dimos de beber? 
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, 
o desnudo, y te cubrimos?
¿O cuándo te vimos enfermo,
o en la cárcel, y vinimos a ti?

Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis

Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.

Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 

Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.