INVENCIÓN DE LAS ARMAS. NUEVA DATACIÓN PREHISTÓRICA

A alguno de nuestros antepasados se le ocurrió que en vez de un simple palo puntiagudo sería mucho más mortífero adosar a uno de sus extremos una piedra cortante. Esto, según nuevos hallazgos arqueológicos en Kath Pan (Sudáfrica), sucedió hace medio millón de años, 200.000 años antes de lo que se creía hasta ahora. Se han encontrado puntas de lanza más antiguas, y no fue el ser humano moderno quien las empleó.

"Estas puntas cortantes son extremadamente letales en comparación con los efectos de un palo afilado. Los primeros humanos aprendieron esto antes de lo que pensábamos", afirma Benjamin Schoville, investigador de la Universidad Estatal de Arizona y uno de los autores del artículo, que publica esta semana la revista Science.


Las puntas de lanza con empuñadura son comunes en la Edad de Piedra 300.000 años atrás, pero nunca antes se habían encontrado unas tan antiguas. Los objetos hallados fueron utilizados en el Pleistoceno medio, un período asociado al Homo heidelbergensis, el último ancestro común de los neandertales y los humanos modernos, de lo que los científicos deducen que las dos especies humanas inteligentes utilizaron este tipo de armas no porque las dos las inventaran o una aprendiera de la otra, sino porque ya existían antes de que divergieran.

"Parece que algunas de las características que asociamos con los humanos modernos y con nuestros parientes más cercanos se remontan más atrás en nuestro linaje", afirma Jayne Wilkins, autora principal del estudio, de la Universidad de Toronto. 

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