ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

La Antropología (del griego anthropos/hombre (humano) y logos/ razonamiento) es una ciencia social que estudia al ser humano de una forma integral. La aspiración de la antropología a es producir conocimiento sobre el ser humano en diversos ámbitos como parte de una sociedad. Intenta abarcar la evolución biológica de nuestra especie, el desarrollo y los modos de vida de pueblos que han desaparecido, las estructuras sociales de la actualidad y la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a la Humanidad.


La antropología filosófica es el estudio filosófico del ser humano producido a lo largo de los siglos. Utiliza los conocimientos de las ciencias naturales (biología, zoología, etología, paleoantropología, etc.) y las ciencias humanas para tratar de identificar las características de la especie humana y su posición específica en el mundo y el entorno natural.

A mediados del siglo XIX nace la antropología como ciencia aunque ideas antropofilosóficas se han dado en otros periodos del pasado.

Edad Antigua

Platón: El hombre tiene un alma unida a un cuerpo, y necesita mover a ambos simultáneamente si bien el alma tiene primacía sobre el cuerpo.

Aristóteles: El hombre es una sustancia compuesta de cuerpo y alma.

Edad Media. Fue un periodo teocéntrico, en el que todo gira en torno al concepto de Dios. Al hombre se le interpreta por su relación con Dios, el hombre es un ser creado por Dios a su imagen y semejanza (posesión de inteligencia y capacidad de amar). Al hombre se le considera compuesto de cuerpo y alma, considerada como de naturaleza espiritual, libre e inmortal.

San Agustín: Dice respecto a Platón: “Nadie como Platón se ha acercado tanto a nosotros”. Aparece, por tanto, la idea de salvación eterna, ésta vida es un tránsito; un camino para conseguir la vida eterna por medio de la virtud que consiste en obedecer los mandamientos de la ley de Dios y conduce a la felicidad de la salvación eterna, la vida sólo tiene sentido como camino de salvación. Lo contrario sería la condenación eterna.

Edad Moderna

René Descartes puso la certeza del conocimiento en la pura autocerteza de la conciencia (cogito ergo sum). El 'yo' de la conciencia está seguro de su propia existencia antes que de la existencia del resto de las cosas. Con la conciencia Descartes no se refiere al hombre, sino a la pura razón. Por un lado está la razón, la conciencia pensante (res cogitans), y por otro el mundo corporal extenso (res extensa). Con ello se niega la unidad substancial entre cuerpo y alma espiritual en el hombre y la posibilidad de una interacción entre las dos substancias.

Más tarde, Immanuel Kant contrapone los conceptos de naturaleza y persona. La persona posee conciencia moral y es el único ser que la posee. Define a la persona como “la libertad e independencia frente al mecanicismo de la naturaleza entera”. La persona es el único Ser del Universo sometido a leyes propias, es decir, sometido a leyes puras, prácticas establecidas por su propia razón. “La persona es la libertad de un ser racional sometido a leyes morales”. Estas leyes morales de las que habla Kant se las da el ser racional a sí mismo, lo cual no quiere decir que sean arbitrarias.

Edad Contemporánea

Por un lado se posiciona una visión materialista sobre el hombre, según la cual en el ser humano no existe más que el ser y el acontecer materiales. Se niega con ello lo espiritual en el hombre, que siglos antes había sido considerado como la esencia misma del ser humano. A favor de esta teoría han intentado esgrimirse argumentos surgidos de la teoría de la evolución de Darwin. Por otro lado, la corriente existencialista ha negado que en  el hombre se de una esencia que lo determine, abogando que el hombre es ante todo indeterminación y libertad pura, con el peligro de caer en el relativismo ético.

Otra corriente es el Personalismo. lo más importante es el significado del ser personal del hombre y su apertura constitutiva hacia los demás. Parte de la segunda formulación del imperativo categórico kantiano (mandamiento autónomo no dependiente de ninguna religión ni ideología y autosuficiente, capaz de regir el comportamiento humano en todas sus manifestaciones)  según el cual la persona debe tratarse como un fin y nunca como un medio .

Gustavo Bueno ofrece una exposición de cómo se entiende el espacio antropológico desde el materialismo filosófico. Frente al espacio plano o bidimensional del materialismo histórico, se recupera desde el materialismo filosófico un espacio antropológico tridimensional, donde sus tres ejes, siempre desde una perspectiva antrópica y para evitar contaminaciones con otras ideas preexistentes, se denominan de forma neutra como eje circular (que incluye las relaciones de unos hombres con otros hombres), eje radial (que incluye las relaciones de los hombres con entidades no humanas y no personales, englobadas antes en el borroso concepto de Naturaleza) y eje angular (el hombre en su contexto con otras entidades que no son humanas pero que se parecen mucho a los hombres, donde se incluyen sus relaciones con los númenes, que se identifican con algunos animales ya desde el Paleolítico, númenes que irán históricamente transformándose en dioses y relaciones que constituyen el fondo de todas las religiones). (Grabado en Oviedo, el 11 de diciembre de 2009.)