SÓCRATES. VERDAD Y LEY



Sócrates de Atenas (470-399 a. C.) fue un filósofo clásico ateniense considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal. Fue maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo, siendo estos tres los representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia.

Pensamiento

1º El principio generador de la ciencia, es el conocimiento de sí mismo. Es el primer principio de la Filosofía. En la filosofía socrática, el hombre es un ser moral.

Con respecto al mundo y a las ciencias físicas profesaba un escepticismo muy semejante al de los sofistas que solía expresar en el aforismo: sólo sé que no sé nada.

2º  Su método se basaba en los fenómenos internos. Aparentando su ignorancia respecto al objeto en cuestión, con el uso del diálogo, Sócrates conducía a sus oyentes al conocimiento de la verdad, la cual parecía surgir espontáneamente del fondo de su conciencia. Ponía de manifiesto la superficialidad científica y las contradicciones de los sofistas.

3º Partiendo de la observación psicológica y del análisis del sentido moral de la Humanidad, Sócrates llega a las siguientes conclusiones:

El deber del hombre y con sus facultades es:  

Investigar el bien, y conformar su conducta con este bien moral una vez conocido

El conocimiento de sí mismo, y el esfuerzo constante para dominar sus pasiones y malas inclinaciones, sujetándolas a la razón, son los medios para conseguir este resultado y adquirir la perfección moral, en la cual consiste la verdadera felicidad del Hombre en la Tierra.

Prudencia / Justicia / Templanza / Fortaleza

Son las cuatro virtudes necesarias para la perfección moral del hombre, el cual será tanto más perfecto en ese orden, cuanto más se asemeje a Dios en sus actos.

Dios

Es el arquetipo de la virtud y de la perfección moral. En el juicio divino y en la verdad misma, debe buscarse la norma de esa perfección moral, la noción real y verdadera de la virtud, pero no en el juicio mundano.

Vivir conforme a las reglas de la rectitud Moral y de la Justicia

En armonía con estas reglas o principios de moral, no debemos tomar venganza de las injurias, ni volver mal por mal; debemos anteponer la justicia y el amor de la patria y de las leyes a todas las demás cosas, sin excluir los hijos, los padres y la vida misma.

La justicia entraña la idea y el cumplimiento de nuestros deberes para con otros, como lo son la observancia y la obediencia a las leyes humanas o positivas, y también a las leyes no escritas, es decir a la ley natural, anterior y superior a aquellas y raíz de toda justicia; pero sobre todo el sacrificio absoluto de nosotros y de nuestras cosas a la patria, y la sumisión incondicional y perfecta a los magistrados.

La piedad y la oración

Son dos virtudes por medio de las cuales tributamos a Dios honor y reverencia, al mismo tiempo que buscamos el remedio de nuestras necesidades. La mejor oración es la resignación en las contrariedades, y la sumisión a la voluntad divina.

El orden, armonía y belleza 

Resplandecen en el mundo y en el hombre y demuestran la existencia de un Dios Supremo, primer autor de la ley moral y su sanción suprema. Dios es un ser inteligente e invisible, que se manifiesta y revela en sus efectos: su providencia abraza todas las cosas, y particularmente se ejerce sobre el hombre, pues está en todas partes, ve todas las cosas y penetra los pensamientos más secretos del hombre.

La inconstancia y las miserias que pesan sobre la vida presente, la harían despreciable y aborrecible, si no existiera una vida futura en que, desapareciendo estos males, llegara el alma a la posesión plena del bien. El justo debe tener:

Confianza ilimitada en Dios, cuya providencia no le abandonará en la muerte.

LOS PRINCIPIOS DE SÓCRATES

Sócrates. parte 1

Sócrates. Parte 2


Parte 3